
Sandra Arias
Un sello de garantía para productos de colmena, especialmente para la miel, fue lanzado hoy por la Federación Departamental de Productores Apícolas de Cochabamba (FPAC) para dar confianza a los consumidores de que están comprando un producto de calidad, ante la invasión de productos adulterados y de contrabando. El sello lleva incrustaciones de microimpresión con el sello de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), de la que son socios, líneas de seguridad de color y, al centro, el dibujo de una abeja en tres dimensiones, explicó el presidente de la FPAC, Nabor Mendizábal.
“Cuando el consumidor quiera verificar la calidad solo va a tener que buscar este sello de garantía que incluye varias medidas de seguridad, va a poder tener la confianza de que está consumiendo miel pura de abejas producida en Cochabamba. (…) Estamos lanzando este sello para garantizar la calidad de los productos, recomendamos no comprar miel que no lleve este distintivo, es importante que confíen en los productores, sabemos que la confianza es un factor de compra muy importante en el mercado de la miel”.
Nabor Mendizábal, presidente de la Federación Departamental de Productores Apícolas.

Explicó que desde hace un par de años y más aún desde el inicio de la emergencia sanitaria, el mercado se saturó no solo de miel introducida de contrabando desde Argentina, sino de producto adulterado hecho a partir de jarabes industriales y componentes químicos, aprovechando que la gente buscaba miel para enfrentar el coronavirus. El daño al consumidor radica justamente en que no se trata de un producto natural. Por ejemplo, la miel falsa lleva un solo tipo de azúcar, cuando la verdadera tiene 36 diferentes tipos. El organismo, fisiológicamente, ha evolucionado para procesar diferentes tipos de azúcares, al disponer de uno solo, sube la concentración de glucosa en la sangre, lo que puede detonar resistencia a la insulina, problemas renales y otras afecciones.
La presidenta de la Asociación de Apicultores de Cochabamba, Rosmery Rivera, añadió que la miel es un producto “vivo” porque además tiene vitaminas, minerales, aminoácidos y enzimas, es bactericida y antigripal.
Mendizábal hizo notar que incluso si un producto lleva registro sanitario, no significa que sea garantizado porque el Servicio Nacional de sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) no cuenta con las muestras mielíferas para comparar y determinar la calidad de un producto. La Empresa Boliviana de Alimentos (EBA) estaba a cargo de proveer las muestras, peor no lo hizo. Añadió que la Intendencia tampoco actúa.
En Cochabamba hay 5.500 apicultores que producen entre 280 y 320 toneladas al año. La demanda es de 600 a 900 toneladas anuales.