
Paseo Aranjuez abre sus puertas al público bajo un nuevo concepto que ofrece áreas para pasear, hacer negocios, comprar, comer, beber y disfrutar del arte y la cultura, todo en un mismo lugar. Un edificio inteligente y ecológico que requirió una inversión de alrededor de 20 millones de dólares, según el arquitecto en jefe, Andrés Iriarte.
La actriz boliviana Carla Ortiz, junto a su hermana Paola, presentaron el nuevo espacio contando una emotiva historia porque se trata de un emprendimiento familiar motivado por su padre, quien hace siete años reunió a su esposa y tres hijos para decirles que era el momento de apostar por un gran proyecto que le devuelva a Cochabamba todo lo que la familia pudo lograr y disfrutar.

El edificio de 16 pisos y cinco semisótanos, ubicado en la avenida América y Pantaleón Dalence, no solo reúne la inversión de toda la familia, sino también sus vivencias y experiencias en los países que visitaron, volcadas en el concepto estético. Una muestra es el uso de la técnica del puntillismo para recrear la Puerta del Sol y los monolitos que están ubicados en la planta baja, una idea de Carla inspirada en un viaje a Arabia.
“Queremos reactivar a Cochabamba y al arte. Tenemos más de cinco escenarios para los artistas donde no se cobrará por su uso. Hay lugares de recreación, de negocios, para disfrutar en familia y también para los niños. Calculamos tener 45.000 visitantes al mes”, expresó Carla Ortiz.

Paola Ortiz, quien funge como gerente comercial, destacó que el edificio se encuentra en una de las zonas de mayor plusvalía en la ciudad. También el hecho de que franquicias de la talla de Cinnabon Roll, Dockers o Aldo, entre otras, tengan presencia comercial y que, por primera vez, apuesten por invertir en Cochabamba reconocidas empresas cruceñas como Óptica Pauker, Joyería Carrasco y Farmacorp, que alista una novedosa propuesta.
Cada área tiene un detalle llamativo, como los graffitis en dos dimensiones que están en el área gastronómica, el muro hecho con sal traída del Salar de Uyuni, el catre del patriarca de la familia convertido en elemento decorativo del techo o una cúpula hecha con llaves. El cuarto piso es llamativo porque se reutilizaron varios materiales, entre ellos los escombros de la obra o mangueras de surtidores de gasolina convertidas en lámpara.
El edificio es ecoamigable porque se recuperan las aguas grises y también se hace aprovechamiento del agua de lluvia.

Edificio inteligente
Iriarte explicó que son más de 35.000 metros cuadrados construidos con 16 pisos a partir de la planta baja, pero con cinco semisótanos donde están los parqueos, bauleras y espacios técnicos como el control de videovigilancia o el data center que controla la automatización e inmótica (automatización) del edificio y fue diseñado por la empresa Jalasoft.
El centro comercial incluye la planta baja, primer y segundo piso. El tercer piso es la plaza de comidas, que es diferente a todas porque no solo tiene elementos visuales, buena iluminación, buena ventilación y espacios para que el visitante se sienta a gusto, sino porque, al contrario de otras, no se busca que la gente entre y salga rápidamente, más bien fue pensada para que la gente disfrute de comer y compartir el espacio.
“El cuarto piso es increíble como ha quedado, tiene ocho cabinas de restaurantes gourmet, cada uno especializado en algún tipo de comida, y donde por las noches habrá servicio de bar para que se convierta en un lugar de encuentro”, añadió.
Más arriba, el bloque se separa en dos torres de oficinas con grandes ventanales. Al ser un edificio inteligente, tiene automatizado el encendido y apagado de luces, chapas especiales en las que solo se cambia el tambor para que funcionen con tarjeta o teléfono, los ingresos también se controlan a distancia al igual que las bombas de agua y los parqueos tienen señalización de espacios libres. Además, la automatización también permite controlar el aire acondicionado desde el celular y hay dispositivos que perfuman y desinfectan los ambientes.
Solo durante la construcción, la obra generó 4.000 empleos directos y 12.000 indirectos y su conclusión tomó cinco años.
Desde el viernes 6 de noviembre, Paseo Aranjuez recibirá al público de 10:00 a 22:00 y los restaurantes abrirán hasta las 23:00.
