Emprendedores en pandemia, acciones y apoyo necesarios

Bolivia es una de los países más emprendedores del mundo[1], ya que desde que un boliviano nace se siente impelido a desarrollar un emprendimiento, siempre debido a la necesidad más que la oportunidad. Emprender siempre fue y es una opción al interior de cada familia y cada vez a más temprana edad.

En tal sentido, el boliviano está en un constante ReinventaRSE, tejiendo sueños y haciéndolos realidad, pero con un esfuerzo titánico, ya que no cuenta con apoyo ni con espacios de generación de oportunidades e innovación. Al contrario, enfrenta un clima de negocios hostil[2].

En el marco de la emergencia sanitaria, que vino inmediatamente después de la crisis sociopolítica poselectoral de 2019, y las sombrías proyecciones económicas de este y el año que viene, la comunidad íntegra de nuestro país, independientemente del grupo etario o económico, está logrando florecer innovando, generando sus propias oportunidades y adaptándose a la “nueva normalidad”. Es un trabajo silencioso y solitario a falta de mecanismos de incubación y desarrollo de emprendimientos.

Pese a un poco alentador panorama, es llamativo el empuje tanto de emprendedores nuevos como de los que tuvieron que ReinventaRSE, ya que la única manera de caminar al futuro es visualizarlo actuando en el presente.

A falta de acciones estatales para la gestión del desarrollo empresarial como la apertura de espacios de oferta pública, normas tributarias acordes o acceso a financiamiento, entre otras muchas que deberían acompañar las iniciativas emprendedoras, surge de manera propositiva y colaborativa el apoyo desde el sector privado y entre los propios emprendedores que han asumido que la única manera de salir adelante es con apoyo mutuo, pensando en sinergia en lugar de competencia. La nueva visión tiene un enfoque más altruista pues el éxito del otro redundará en el propio. Esta óptica también halló eco en el consumidor y la comunidad que valoran al emprendedor y todo lo que está detrás de un producto o servicio.

Hoy más que nunca, es preciso ReinventaRSE individualmente para que, de manera colectiva, consolidemos un mejor clima de negocios basado en la co-creación y en la perspectiva de un futuro sostenible.

Mauricio Quintanilla, CEO-Founder ReinventaRSE


[1] Según el ultimo reporte de Global Entrepreneurship Monitor (GEM- 2014)

[2] Según estudio realizado por el Banco Mundial, Bolivia ocupa el puesto 35 en el ranking de los peores países del mundo para hacer negocios (2019)

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